Mañana limpia, lavada, como después de tanto llorar, se
recuesta entre los acantilados para mirarse en el mar
con un gris claro, profundo y atemporal;
Luego,llevo mis pasos hacia ese ritual imprescindible, breve, en
el que me encuentro con toda mi complejidad, para no
olvidarme, olvidarnos;
Después,la insanía de las horas, de ese tiempo
tránsfuga que jamás se posa en el presente, siempre
elusivo como un espejismo;
Más tarde, el crepúsculo, entónces todo se
equilibra, muestra su perspectiva y el deseo deja
de dolernos cuando yá nos posee, y el tiempo renuncia
a su tiranía cuando toco tu piel y, me doy cuenta, que
eres como una mañana limpia, lavada, como después de
tanto amar.
recuesta entre los acantilados para mirarse en el mar
con un gris claro, profundo y atemporal;
Luego,llevo mis pasos hacia ese ritual imprescindible, breve, en
el que me encuentro con toda mi complejidad, para no
olvidarme, olvidarnos;
Después,la insanía de las horas, de ese tiempo
tránsfuga que jamás se posa en el presente, siempre
elusivo como un espejismo;
Más tarde, el crepúsculo, entónces todo se
equilibra, muestra su perspectiva y el deseo deja
de dolernos cuando yá nos posee, y el tiempo renuncia
a su tiranía cuando toco tu piel y, me doy cuenta, que
eres como una mañana limpia, lavada, como después de
tanto amar.