vamos, despierta!
despierta ya del hechizo de esa bruma enamorada, de
los brazos languidos y dulces q te acogen;
deja ya la formula perfecta por donde esconder tu
vesania, deja ya de perderte en su piel ausente, en los
ecos de sus sinuosos suspiros q acarcian tus orillas;
hoy q es de luto en mi mirada, he caminado entre el murmullo
de las piedras por aquel mar q tanto extrañaba, para olvidar
la bruma q en este instante la marea lleva de regreso
a mi mirada

ayer de pronto la tormenta, se preveia;
el cielo con un plateado amenazante, mostraba los
algoritmos de su potencia destructiva, en la pizarra oscura
de esta herida, por fin abierta;
pero fuiste tu quien bebio la sangre morbida de su ponzoña, y
destilo en alquimias magicas oraciones sobre
amores invencibles y esperanzas q no deseo en estos
momentos de duelo profundo;
hoy bajo del golgota con un clavo en mi
herida mas antigua;
ayer fui el centurion q inoculo en tu sentir,
el virus de mi abismo;
pero saltaste sin dudarlo, bajo aquella
lluvia salada de mis palabras, para convertirlo
en placido bautismo

de pronto, entre los perfumes de vendimias, me encuentro con
historias de padres; yo la verdad, el mio tiene mas de duelo q de algunos
recuerdos oscilando entre el dolor y la gloria de tardes agonizantes en un pueblo de calles empedradas y lejanos lamentos de aves q revoletean en la insania ludica de mis neuronas

hay miradas graves, definitivas, de esas como la
q ayer me encontre entre las trivialidades de
aquellos cafes, y la gota de sangre q podria ser
la señal, q en alguna muerte accidental, nos uniera a la
misma historia de esos globulos compartidos q se bifurcaron
desde una copula;
q me salvaria de una desafeccion de aquellas q te intevienen quirurgicamente la medula del sentir, quizas comprender q somos extraños q compartimos el mismo vientre;
instantes y recuerdos q la ingenieria de los tiempos deconstruye en olvidos q algunos segundos recordamos, y nos abren llagas q parecen imprescriptibles;
soy una masa modelada de silencios, de abandonos y señales borradas para el retorno al antiguo lar;
solo espero tu voz para q me rescate del hielo de mis dias, aunque sea el recuerdo de aquel eco q susurrabas en mis oidos,dulces senderos de historias q escribiamos con la tinta de nuestros cuerpos en la mortaja lila de aquel talamo;
ahora, en este instante, reducido y de vuelta al vacio, intento
imaginar la formula quimica de mi dolor, su geometria tridimensional
q me hace acopiar palabras, signos, emociones q se iran extinguiendo en el
universo de este cuerpo erosionado