atraves de la copa donde
resbalan las gotas de aquella sangre
antigua, te veo mudarte en piel
cierta, calida y envolvente de
mis silencios;
eres en esta hora donde el mal acecha, la nueva
alianza q busca redimirme;
confeso de una impuresa idolatra sobre tu carne,
reniego del agua bendita q tus labios
me alcanzan;
iconoclasia q hoy aparta de mis horas, la
fe ultima en ese concilio q entre nuestros
cuerpos, sigue mi biblica herejia