Sunday, October 21, 2007

Poesia, que sabes tu del hombre crucificado
bajo esa carne que se descompone en signos
inconfesos;
Que podrias decirme de aquel amor que naufraga
sin la otra mirada, sin aquella piel tercamente imaginada
en noches calladas;
Entonces, debo acaso volver sobre mis pasos para
encontrarte perfecta sobre el descanso de tu concepto o, quizas,
estirar la mano hacia la espina esdrujula de tus versos;
No lo se, tan solo me queda la musica eterna de mis deseos y, un poco
mas cercana, la danza lugubre que mis sombras dibujan en el contorno,
que en dias como estos, me acompañan sin transacciones